La naturaleza como un camino para construir paz

Experiencia comunitaria de la organización Brisas del Macizo, Santa Rosa, Cauca.

En las faldas del Macizo Colombiano y como puerta de entrada del suroccidente colombiano a la Amazonia se encuentra el municipio de Santa Rosa. Lo rodean los parques naturales de Churumbelos, Puracé y Doña Juana en lo que se conoce como la Bota Caucana. En su territorio conviven indígenas, afrocolombianos y campesinos que hoy luchan por recuperarse de las consecuencias del conflicto armado. 

Su privilegiada ubicación lo hace un territorio inmensamente rico en avifauna de origen andino, amazónico y orinocense. En sus laderas se destaca el currillo, especie endémica y exclusiva de esa zona. Pero también el gallito de roca, emblemático de los Andes, el paletón, el quetzal o juanita, la perdiz o corcovado, también endémica; el águila, el pato de torrente, el toropao y la tángara cabecidorada. De la región Amazónica proviene el águila arpía, la tangarita sietecolores, la cuchara pica y el paragüero o toropizco amazónico, así como el atrapamoscas y el tucán. Y de la Orinoquía llegan el tautaco, el ganso del Orinoco, las cigüeñas y la corocora roja, ave emblemática de los llanos orientales. Santa Rosa es también zona estratégica para el paso de muchas aves migratorias.

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