Experiencia comunitaria de la Asociación para el desarrollo integral, humano y sostenible AKAYÚ, Inírida, Guainía.
En las sabanas inundables de arenas blancas del departamento del Guaviare, a solo cinco kilómetros de Puerto Inírida, crece una flor eterna. Una flor endémica de ese lugar y única en el mundo: la Flor de Inírida.
Esas sabanas albergan un ecosistema sin par que se ha conformado a través de los siglos a los pies de los ya famosos tepuyes, las inmensas moles de piedra que durante miles y miles de años han enfrentado el viento, las tormentas y la lluvia que los lava y genera esas arenas blancas en donde crece la Flor de Inírida.
Es un ecosistema muy frágil y no tiene mucho suelo. Pero es muy húmedo, por lo que las plantas para adaptarse desarrollan raíces aéreas con las cuales tomar el alimento y guardar agua para la época de verano.
Ahí, en un punto donde terminan las sabanas y comienza la selva, la Asociación para el Desarrollo Integral Humano y Sostenible, Akayú, tiene un predio de siete hectáreas donde ha comenzado a cultivar de manera sostenible la Flor de Inírida.
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La experiencia denominada Conservación, propagación y comercialización de “FLOR de Inírida”, fue postulada por la organización comunitaria Asociación para el desarrollo integral, humano y sostenible AKAYÚ, que logró ubicarse en el catorceavo lugar de las 28 experiencias con la más alta votación del concurso A Ciencia Cierta: Conservación Comunitaria de Ecosistemas Estratégicos, con 563 votos, que la hizo ganadora de un incentivo económico de $60.000.000 millones de pesos y el acompañamiento técnico y de apropiación social del conocimiento para el fortalecimiento de la experiencia desde la ciencia, la tecnología y la innovación.
En el municipio de Inírida, Guanía, se dieron cita representantes de Colciencias (hoy Minciencias) y el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF, con miembros de la Asociación para el desarrollo integral, humano y sostenible, Akayú, organización de base comunitaria ganadora del concurso A Ciencia Cierta Eco, para la realización del primer encuentro local en el marco del proyecto de fortalecimiento de la experiencia Conservación, Propagación y Comercialización de Flor Inírida.
En un ejercicio de participación y construcción colectiva, se definieron las siguientes acciones a desarrollar en el marco del proyecto de fortalecimiento desde la ciencia, la tecnología y la innovación:
– Desarrollar un espacio “maloka” como parte de una estrategia demostrativa para la investigación, educación y apropiación para la protección, conservación y manejo productivo de la flor de Inírida.
– Transferir conocimiento y replicar el proceso de propagación de la flor de Inírida, que involucre población aledaña interesada.
Fortalecer el proceso productivo y el manejo de poscosecha de la flor de Inírida.
Los padrinos/madrinas tecnológicas son profesionales expertos en diferentes áreas del conocimiento que se vinculan a los procesos de fortalecimiento de las experiencias reconocidas por el programa A Ciencia Cierta, para acompañar y promover la comprensión y uso de la CTeI desde la construcción colectiva del conocimiento.
Su participación y aportes ad honórem, agregan valor a las experiencias partiendo de principios de respecto al contexto, los saberes y tradiciones de las comunidades.
Esta experiencia contó con la participación como padrino tecnológico de Julio César Domínguez González, Profesional en Medicina Veterinaria y Zootecnia, egresado de la Universidad de los llanos de Villavicencio en el año 1996. Especialista en gestión social Ambiental, laboratorio clínico veterinario, Nutrición animal aplicada y maestrante de la universidad de los llanos en producción tropical sostenible.
Agosto 24 de 2019
Dos hectáreas sembradas en cada comunidad y en el lote de La Maloka
A un mes del inicio se ha sembrado casi una hectárea, esto debido a que el invierno es la época de siembra.
Sitio para el manejo de la poscosecha mejorado, procesos productivos más eficientes y competitivos. Incorporación de saberes locales y de expertos externos
Debido a que se debe construir al interior, se dio inicio a la adecuación del lugar de la poscosecha.
Noviembre de 2019
A pesar de las extendidas lluvias y la inundación natural de las sabanas, se tiene trazado el plano, dispuestas las ubicaciones y las medidas pertinentes de encerramiento, con las cuales se pretende iniciar las obras en enero y febrero de 2020. En la fotografía aérea se evidencia la demarcación de una de las zonas de encerramiento.
En el mapa y fotografía los primeros planos, y la demarcación de la zona del sendero ecológico. Busca facilitar las actividades de educación ambiental con niños y tercera edad, además de ofrecer un recorrido de aprendizaje sobre las sabanas inundables de arenas blancas, su fauna, su flora y su importancia ecológica. Dicho sendero será complementado con un “Guión de Interpretación Ecológica”, el cual está en proceso de elaboración.
Capitán (derecha) junto con otro miembro (izquierda) de la comunidad de caño culebra, participando, aprendiendo y compartiendo conocimientos en actividades de selección y pos cosecha de Flor de Inírida de Invierno
La comunidad Caño Culebra y su capitán Felix González (Figura 5) participaron de jornadas de transferencia de conocimiento, medición de poblaciones, censos de Flores, y capacitación en post-cosecha. Todos están de acuerdo en seguir adelante con el proyecto, y quieren adelantar un plan de manejo especial” En la foto Capitán de Almidón (derecha) y líder de iniciativa flor de Inírida (izquierda)
Proceso de evaluación y selección de plantas madre, para sacar semilla de Siembra con integrante de comunidad Caño Culebra
Proceso de medición y demarcación de la zonas para siembra
El plan de manejo frente a las entidades ambientales (CDA) de las poblaciones silvestres, y las sembradas, de Flor de Inírida presenta un avance considerable, principalmente con la comunidad de Caño Culebra. Específicamente ya se realizaron los trabajos de campo, censos poblacionales, demarcación de zonas de siembra y trabajo comunitario, de la mano de las visitas y seguimientos técnicos (científicos) realizados por el biólogo profesional Oscar Garzón, experto en inventarios forestales y flora amazónica. El biólogo Mateo Fernández también ha participado en todo el proceso, como contrapartida de la Asociación Akayú.
Censo poblacional y georeferenciación de las poblaciones de flor de Inírida