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Mujeres cafeteras del valle de san José comprometidas con la calidad de los productos y la sostenibilidad ambiental

Experiencia comunitaria de la Asociación de Mujeres Cafeteras del Valle de San José “ASOMUCAV”, Valle de San José, Santander.

Nuestros cultivos de café estaban siendo afectados por plagas y enfermedades como la broca, para lo cual utilizábamos sustancias químicas toxicas para su manejo y control; pero aun así no lográbamos eliminar la plaga, y si contaminábamos el grano de café, seguía siendo defectuoso, contaminábamos nuestros suelos y sobre todo la salud humana; por tal motivo, nace la necesidad de realizar un manejo de esta plaga, por medio de un método nuevo en nuestra zona, amigable con el producto, ambiente y ser humano; esta nueva practica no había sido implementada por los caficultores en el municipio y por tal fin nosotras las mujeres cafeteras decidimos ser pioneras en nuestras fincas de un proceso fácil de utilizar, económico, puesto que se realiza con materiales propios de la finca (reciclando) y eficaz. Nuestra innovación consistió en la elaboraron trampas artesanales a base de una sustancia llamada Feromona, la cual es atrayente para la broca, haciendo que la broca llegue a la trampa buscando la sustancia, choque en ella y muera ahogada en un preparado de agua y jabón; se instalando 25 trampas por hectárea de cultivo de café, estas son monitoreadas cada quince días, en donde se hace el conteo de broca (Hyphotenemus hampei), verificando el umbral de acción, el cual no debe ser superior al 5%.

 

De igual forma se lleva un registro de floración para el manejo integrado de la broca, el cual nos indica la fecha critica de ataque de la broca en campo, siendo este el punto de referencia para la instalación de las trampas artesanales y así mismo nos evidencia la época de cosecha del café; con el fin de evitar que los granos maduros y sobremaduros, caigan al suelo y se prolifere la plaga.

Estas trampas nos permiten hacer un control etológico de la broca, eliminando la plaga, evitando que el grano sea afectado y por ende obtenemos calidad en el producto, sin contaminación y comercializándolo a un precio justo, lo cual permite bienestar para las asociadas y sus familias.

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