Antes de fundar PAOCOS (Productores de Abono Orgánico Compostado), don Baudelino Galíndez Marín fue vendedor de agroquímicos y veía en la alimentación y sus procesos de producción solamente un medio para obtener recursos económicos.
Sin embargo, y a partir de una tragedia familiar, don Baudelino decidió un día dejar la zona urbana de San Agustín, Huila y junto con su familia iniciar un proyecto en el cual la relación con la tierra, los alimentos, el respeto al medio ambiente y la conservación fueran un hito en sus vidas y la de parte de la comunidad de San Agustín.
En 2003 fundó la asociación PAOCOS, que actualmente maneja el 100 % de los residuos orgánicos de la población para realizar compostados y productos. Todo esto no solo para el cultivo, sino también para la recuperación de los nutrientes y microorganismos de la tierra.
Don Baudelino y su familia hoy en día son referentes en la región de un cambio de pensamiento y relación con la tierra que marca una nueva tendencia de apertura de conciencia en la región y en el país.
A través de la organización PAOCOS y a partir de acuerdos realizados con la población de San Agustín en el Huila, el 100 % de los residuos orgánicos generados por los habitantes de la urbe, los cuales en un 97 % ya vienen separados de origen, son recogidos, almacenados y tratados por la organización.
El objetivo es lograr un mayor aprovechamiento y reutilización de los residuos, que luego son transformados en compost, fermentos y otros productos que la organización PAOCOS vende en la región.
Además del impacto ambiental y económico que la organización efectúa en la región, basados en una utilización de residuos de manera responsable, los miembros de PAOCOS buscan asegurar la soberanía alimentaria a través de la creación de un “laboratorio integral de productos orgánicos.
Inspirados ante las dificultades sufridas en la región por cuenta de la pandemia derivada del COVID-19, con este proyecto se quiere generar una producción y almacenamiento estable de alimentos con los cuales poder cubrir las necesidades de primer orden en la población en futuras crisis.
Hernán Galíndez Marín, miembro de la familia Galindez, sueña con un futuro en donde la relación de los seres humanos con la tierra sea armónica y sostenible. Pero para ello no solo basta con generar soluciones inmediatas como las que actualmente ofrece la organización PAOCOS, de la que Hernán es técnico en acompañamiento de cultivos, sino que además hay que generar un cambio de conciencia en las nuevas generaciones.
Hernán aprendió junto con su hermano desde el error y la observación. Año tras año experimentaron con diferentes tipos de compost y complementos derivados de la reutilización y procesamiento de desechos orgánicos. De esta manera, analizando los resultados y aplicando los procesos exitosos, ven como hoy en día no necesitan de agroquímicos para tener producciones de alimentos saludables y sostenibles, que no afecten la calidad de los suelos y que, además, no comprometan la calidad de los suelos para las generaciones futuras.
Actualmente la Organización PAOCOS cuenta con diferentes comités en los que dividen sus actividades sociales. Estos son:
– Comité de turismo
– Comité de mujeres
– Comité de niños y niñas
– Comité de jóvenes
– Comité de frutas y verduras
– Comité de residuos tóxicos
Julieth Galíndez fue, desde niña, miembro del comité de niños y niñas. Actualmente lidera el comité de jóvenes. Actualmente es estudiante de sociología y concejal del municipio de San Agustín. Julieth se considera una hija de PAOCOS, dado que creció en el seno de la organización ambiental. Considera que esta es ante todo una filosofía y un modelo de defensa y preservación de los saberes ancestrales.
A lo largo de los 17 años que lleva la organización, se ha logrado generar un cambio en el pensamiento en la población de San Agustin. Como Cuenta Julieth, en un principio no fue fácil lograr que los miembros de la comunidad separaran los desechos desde el origen, pero con el tiempo, y a partir de los resultados positivos que se han generado en los procesos de cultivo, hoy en día San Agustín es uno de los pocos municipios del país que recicla en 100 % los residuos orgánicos.
Julieth considera que este también es un proceso político porque genera un cambio en el pensamiento del ser humano con relación a la tierra y los procesos de subsistencia que tenemos. Se trata de generar un cambio en el pensamiento de la comunidad, pasando de un concepto de sustracción y explotación, a un concepto de preservación y convivencia sostenible.
Un proceso que indudablemente llevará tiempo en instaurarse en el imaginario de la comunidad, pero que sin esfuerzos como el de Julieth y la organización PAOCOS, sería una utopía imposible.
Lizeth Uribe, artista dramática e investigadora, aterrizó hace unos pocos años en San Agustín y desde entonces acompaña a la organización PAOCOS en la asesoría y diseño de proyectos como el que presentaron en la convocatoria A ciencia Cierta, desarrollo local para transformar realidades 2020 de Minciencias.
Para Lizeth, la mayor dificultad ha sido entender la experiencia que ha ido formando la organización y traducirla a un lenguaje común con el cual acercarse tanto a la comunidad como a las instituciones que apoyan el proceso.
La importancia de la organización en la región es, para Lizeth, de suma importancia por todas las vivencias de la región a causa del conflicto armado. Frente a la pérdida del tejido social, la labor de preservación del conocimiento y restauración de la flora y fauna en la región, así como asegurar cultivos saludables, ofrece un referente de apropiación en el territorio.
Y es a partir de estos procesos que se generan nuevas dinámicas como la economía solidaria y la soberanía alimentaria, conceptos que toman validez hoy más que nunca, en momentos en donde la humanidad enfrenta nuevos retos para las generaciones futuras.
El comité de niñas y niños de la organización busca educar a los hijos de los miembros de la organización en preceptos nuevos que van más allá del aprendizaje como lo concebimos. “Conocer, entender y aplicar” repite constantemente don Baudelino, fundador de esta iniciativa, para así “formar niños sin miedo para la revolución pacífica. No es un acto poético decir que somos hijos de la tierra, la vida es un derecho”.
Estos niños son el cambio generacional con el cual el legado de PAOCOS se mantiene y mira al futuro, hacia un nuevo pensamiento en donde todos hacemos parte de un mismo organismo al cual nos debemos y que debemos preservar.
Esta crónica fue escrita por Julio Barrera Moreno. Julio realiza imágenes porque a través del lente de su cámara, no sólo puede registrar y retratar el mundo, sino además, acercarse a diferentes realidades.