Asaí, los humedales como fuente de riqueza
Experiencia comunitaria de Asociación de Productores Agropecuarios del Paraíso – ASOPARAISO
En el extremo suroeste de Colombia, en las sabanas del Bajo Putumayo, a orillas del río del mismo nombre, se encuentra el municipio de Puerto Asís. Hace parte de una zona de explotación petrolera en la que, hasta la firma de los acuerdos de paz en 2016, las extintas FARC controlaron extensos cultivos de coca.
Todos los actores del conflicto armado concurrieron en la zona y la violencia se ensañó con sus habitantes, haciendo de ese rincón de la Amazonía un lugar muy peligroso y con muy pocas oportunidades de trabajo por fuera de la cadena de producción del alcaloide.
Marino Segundo Carrera, un campesino que hacía parte de esa actividad ilícita ─en la que inexorablemente quienes participaban se llenaban de problemas─, pensó, junto con un grupo de jóvenes de no más de 18 años, que era necesario apartarse de ese camino, vivir de otras actividades. Fundó con ellos lo que con el tiempo se convertiría en Asoparaíso, la Asociación de Productores Agropecuarios del Paraíso.
“Logramos meternos en el tema de la agricultura ─comenta su hijo, Norbey Carrera─, sembrábamos plátano, chiro, piña, yuca y también comercializábamos cerdos y ganadito, comprábamos y vendíamos. Fuimos reconocidos como agricultores, nos decían los piñeros. Nos compraban los soldados, la guerrilla, los paramilitares, todo el mundo nos compraba; éramos diferenciados como agricultores”. De esta manera evitaron el reclutamiento y sobrevivieron al conflicto.
A continuación detalles de la experiencia:
La experiencia denominada Asaí, alternativa para la sustitución de cultivos ilícitos y conservación de los humedales del Bajo Putumayo, fue postulada por la organización comunitaria Asociación de Productores Agropecuarios del Paraiso – ASOPARAISO, que logró ubicarse en el vigésimo cuarto lugar de las 28 experiencias con la más alta votación del concurso A Ciencia Cierta: Conservación Comunitaria de Ecosistemas Estratégicos, con 301 votos, que la hizo ganadora de un incentivo económico de $60.000.000 millones de pesos y el acompañamiento técnico y de apropiación social del conocimiento para el fortalecimiento de la experiencia desde la ciencia, la tecnología y la innovación.
en la vereda el municipio de Puerto Asís, Putumayo, se dieron cita representantes de Colciencias (hoy Minciencias) y el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF, con miembros de la organización de base comunitaria Asociación de Productores Agropecuarios del Paraiso, Asoparaiso, para la realización del primer encuentro local, con el objetivo de conocer en detalle la experiencia y definir la ruta en la que se invertiría el incentivo económico de $60.000.000 millones de pesos otorgado por el concurso A Ciencia Cierta Eco para su fortalecimiento.
En un ejercicio de participación y construcción colectiva, se definieron las siguientes acciones a desarrollar en el marco del proyecto de fortalecimiento desde la ciencia, la tecnología y la innovación:
– Implementar viveros multipropósitos experimentales que soporten la ruta del plan de manejo.
– Diseñar e implementar el plan de monitoreo comunitario de la diversidad de los humedales del territorio.
– Diseñar e implementar una estrategia de apropiación social del conocimiento que contribuya con el adecuado desarrollo del fortalecimiento.
Los padrinos/madrinas tecnológicas son profesionales expertos en diferentes áreas del conocimiento que se vinculan a los procesos de fortalecimiento de las experiencias reconocidas por el programa A Ciencia Cierta, para acompañar y promover la comprensión y uso de la CTeI desde la construcción colectiva del conocimiento.
Su participación y aportes ad honórem, agregan valor a las experiencias partiendo de principios de respecto al contexto, los saberes y tradiciones de las comunidades.
Esta experiencia contó con la participación como madrina tecnológica de Carolina Isaza, Bióloga con Doctorado en Biología con profundización en ecología de plantas y Maestría en etnobotánica. Amplia experiencia en la identificación de escenarios de uso sostenible y desarrollo de estrategias de conservación de recursos vegetales.
En el proyecto su aporte estuvo en asesorar el monitoreo de la poblaciones de asaí aprovechadas y métodos de propagación de la especie y otras palmas frutales. Igualmente, acompañar la obtención de resultados científicos de los monitoreos y la propagación, y traducir estos resultados en acciones prácticas que mejoren la conservación de las especies y sus ecosistemas y permitan un uso sostenible de los recursos. Además, permitir la conexión con otros expertos nacionales que tengan interés en aportar a esta iniciativa.
Diciembre de 2019
Se llevó a cabo un ejercicio de cartografía social de las fincas de los asociados con apoyo del SINCHI. En cada finca se registra por parte de la comunidad la siguiente información: nombre del predio, dimensiones, título de la propiedad, límites, ubicación geográfica y mapa.
Familiarizarse con esta técnica tomo tiempo de práctica para el manejo adecuado del GPS. Sin embargo, la comunidad señala: “este trabajo permite la ubicación del predio y sus límites con bosques, cuerpos de agua o cultivos de pancoger, nos ayuda a identificar nuestro territorio”
El ejercicio de cartografía social permitió avanzar en la definición de los humedales a monitorear. Como resultado se seleccionaron: 1) Humedal en la vereda La Esperanza, corregimiento de Santana. 2) Humedal vereda Nariño, Nariño corregimiento La Alea. 3) Humedal vereda La Danta, Inspección Puerto Asís. 4) Humedal vereda Agua Negra.