Saltar al contenido

Un modelo sostenible para la construcción de territorio

Experiencia comunitaria de Agrosolidaria, en Charalá, Santander

El corredor de robles Guantiva – La Rusia – Iguaque abarca una extensa zona de las estribaciones la cordillera Oriental, en la subregión del Alto Río Fonce, entre el norte de Boyacá y el sur de Santander. Son 150.000 hectáreas de bosque andino en las cuales el roble es el rey indiscutible.

En el municipio de Charalá, en Santander, que hace parte de ese ecosistema privilegiado, no solo por sus bosques sino por su fauna y sus abundantes fuentes de agua, 60 familias campesinas agrupadas en Agrosolidaria Charalá se han propuesto un ambicioso desafío: desarrollar un modelo sostenible de construcción de territorio.

El modelo propone tres estrategias: investigación de la biodiversidad, educación ambiental y emprendimientos asociativos solidarios. Con ello quieren dibujar una imagen del mundo a partir de lo propio, para construir alrededor de ella una dinámica de educación y comunicación ambiental que lleve sobre todo a los jóvenes a empoderarse y apropiarse del territorio que habitan.

Agrosolidaria Charalá es una asociación de productores y consumidores basados en la economía solidaria, que viene trabajando desde 2006 en dos grandes ejes: la producción agroalimentaria y la conservación de los ecosistemas. En el primero de ellos agrupa emprendimientos de café orgánico, quesos, artesanías y turismo solidario. El segundo, el trabajo de conservación de los ecosistemas, recibió un impulso muy importante con su participación en A Ciencia Cierta Eco.