Esta comunidad se encuentra ubicada en un territorio árido que dificulta la actividad agrícola, sobreviviendo del turismo y la ganadería bovino-caprina. Aunque tiempo atrás se había construido un sistema de abastecimiento por pozo, así como una acometida para llevar agua a las casas; el sistema dejó de funcionar y cayó presa de ladrones, obligando a los camaroneros a recoger agua en la alberca principal del pueblo, abastecida por carros cisterna provenientes de Riohacha. Las condiciones poco higiénicas de este suministro de agua amenazaban constantemente la salud de los integrantes de esta comunidad.

La Comunidad de Camarones, habita una de las zonas de la Guajira más áridas, las pocas fuentes de agua son reservorios, llamados comúnmente jagüey, estos suelen permanecer secos. Buscando soluciones al problema de abastecimiento de agua, la Alcaldía de Riohacha y entidades aliadas de la región, emprenden la excavación de un pozo profundo para la extracción de agua subterránea. La Fundación Bioguajira en relación directa con los miembros de la comunidad adelantaron un proceso de apropiación para la valoración y sostenibilidad del recurso agua.

Se perforó un pozo de 300m en el cual se instaló una bomba sumergible a 40m. La energía que permite el funcionamiento de la bomba se suministra a través un sistema fotovoltaico. El agua bombeada se almacena en un tanque elevado donde se distribuye a dos sectores: el primero a las viviendas para que las familias la usen para lavado, limpieza y otros usos; y el segundo a un sistema de tratamiento de potabilización que consta de un tanque de almacenamiento, dos filtros Skyhidrant y un tanque de distribución que se conecta a la tienda de agua. Esta tienda tiene tres llaves para el suministro de 5 litros de agua potable diarios para cada familia. El proceso estuvo acompañado por dos expertos en agua de la Universidad de La Guajira y de talleres en los que se formaron 16 personas de la comunidad en logística, potabilización, distribución y sistematización del proyecto.