Filtros cerámicos, una alternativa de agua potable en la vivienda
Proyecto implementado por el Gran Resguardo Indígena Unificado Emberá Chami y el Grupo de Investigación en Aguas y Saneamiento GIAS de la Universidad Tecnológica De Pereira – UTP.
La comunidad del Gran Resguardo Indígena Unificado Emberá Chami se ubica en la pequeña cuenca hídrica del río San Juan, un ecosistema privilegiado por buena producción de agua. Sin embargo, los habitantes del Resguardo, especialmente niños, se han visto afectados por enfermedades por consumo de agua no potable y problemas en los proyectos productivos pues el agua del río no es apta para consumo humano. Los habitantes de la comunidad no están familiarizados con las prácticas de protección, potabilización y cuidado del recurso; y no cuentan con ningún servicio público.
La UTP propuso para la producción de filtros de cerámica impregnados con plata coloidal para garantizar agua potable a miembros de la comunidad indígena de dos veredas del Gran Resguardo indígena Unificado Embera Chani, En el proyecto se consolidaron espacios de reflexión sobre la relación agua y problemas de salud sin agredir la cosmovisión de la comunidad.
Para el planteamiento de la solución se socializó la información de la necesidad y su propuesta al Consejo Regional Indígena de Risaralda, que lleva la consulta a la asamblea de comunidades de Purembará. Allí se acuerda que los destinatarios de la solución serán los habitantes de Cantarranas y Jeguadas ya que no es posible darle respuesta a las necesidades de todo el Resguardo. El GIAS reúne entonces a la comunidad de estas veredas para explicarles el alcance del proyecto y obtiene su aprobación. En el diagnóstico se georeferencian las viviendas beneficiarias y la calidad del agua. Así se descubre también la explicación a las enfermedades de origen hídrico en la cosmovisión Emberá: son producto de la presencia de Jai´s (espíritus negativos) y deben ser curadas por el Jaibaná (médico tradicional indígena). Luego se monta la línea de producción del filtro, probándose con diferentes materias primas. Allí se encuentra que la arcilla debe llevarse desde Bogotá y cocerse en un taller especializado en Pereira. Una vez se asegura la calidad y uniformidad de los filtros, se producen y entregan a las familias. El transporte supone nuevas dificultades, debido a que el acceso está en mala condiciones y parte del trayecto sólo puede hacerse en burro o a pie, lo que provocó que, a pesar de su embalaje algunos de los filtros se rompieran y debieran ser reemplazados.
Solución que responde al reto:
Agua potable y saneamiento básico
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