Producir conservando y conservar produciendo
Experiencia comunitaria de la Asociación campesina Coexistiendo con el Cóndor, El Cerrito, Santander
El páramo del Almorzadero, a más de 3200 metros sobre el nivel del mar, cobija las últimas cumbres de la Cordillera Oriental, en los límites que comparten Santander y Norte de Santander. Allí, las grandes riquezas naturales se convierten a su vez en grandes desafíos para sus pobladores.
Sus más de 100.000 hectáreas albergan 96 lagunas, como parte de un complejo acuífero que alimenta a más de dieciocho municipios de cuatro departamentos. Y en sus cielos vuelan cerca de 25 de los 150 cóndores que se estima viven en Colombia. A ellos se suman otras 54 especies de aves y cerca de 40 especies de mamíferos, así como una gran diversidad en su flora, donde reinan el frailejón, el encenillo, el tuno, el roble y el aliso.
Sin embargo, la altura y la lejanía imponen severas condiciones climáticas, así como dificultades de movilización y de acceso a servicios como la energía y la conectividad. Y la presencia de cóndores, pumas y otras especies silvestres amenaza a los rebaños de ovejas y cabras que representan la principal fuente de recursos de los campesinos de la zona, junto a los cultivos de papa y ajo.
El municipio de Cerrito, en Santander, abarca la tercera parte del páramo. Allí, un grupo de veinte familias campesinas comenzó a trabajar hace cerca de tres años para montar un proceso de reconversión de la ganadería extensiva a sistemas más sostenibles, construyendo algunas instalaciones para recoger y proteger el ganado, con el apoyo inicial de la Corporación Autónoma de Santander, CAS y del SENA.
La experiencia denominada Cuido mis ovejas, protejo el Cóndor: “Propuesta reconversión del sistema ganadero ovino extensivo a un sistema de semi-estabulación como alternativa para la reducción y mitigación del conflicto entre el hombre y el Cóndor de los Andes, fue postulada por la organización comunitaria Asociación campesina Coexistiendo con el Cóndor, que logró ubicarse en el tercer lugar de las 28 experiencias con la más alta votación del concurso A Ciencia Cierta: Conservación Comunitaria de Ecosistemas Estratégicos, con 1887 votos, que la hizo ganadora de un incentivo económico de $60.000.000 millones de pesos y el acompañamiento técnico y de apropiación social del conocimiento para el fortalecimiento de la experiencia desde la ciencia, la tecnología y la innovación.
En la vereda Boyaga, sector Mortiño del municipio de El Cerrito, Santander, se dieron cita representantes de Colciencias (hoy Minciencias) y el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF, con miembros de la Asociación campesina Coexistiendo con el Cóndor, organización de base comunitaria ganadora del concurso A Ciencia Cierta Eco, para la realización del primer encuentro local, con el objetivo de conocer en detalle la experiencia y definir la ruta en la que se invertiría el incentivo económico de $60.000.000 millones de pesos otorgado por el concurso A Ciencia Cierta Eco para su fortalecimiento.
En un ejercicio de participación y construcción colectiva, se definieron las siguientes acciones a desarrollar en el marco del proyecto de fortalecimiento desde la ciencia, la tecnología y la innovación:
Los padrinos/madrinas tecnológicas son profesionales expertos en diferentes áreas del conocimiento que se vinculan a los procesos de fortalecimiento de las experiencias reconocidas por el programa A Ciencia Cierta, para acompañar y promover la comprensión y uso de la CTeI desde la construcción colectiva del conocimiento.
Su participación y aportes ad honórem, agregan valor a las experiencias partiendo de principios de respecto al contexto, los saberes y tradiciones de las comunidades.
Esta experiencia contó con Ruben Carvajal Caballero como padrino tecnológico. Ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira. Egresado en el año 2003, ha trabajado en el Caquetá con sistemas agroforestales y frutales amazónicos.
Su aporte al proyecto estuvo relacionado con la caracterización de suelos con fines de uso agrícola y pecuario de la zona de influencia del proyecto, apoyo al establecimiento de los sistemas agroforestales y apoyo al manejo de viveros.
Agosto de 2019
Construcción de nuevas zonas de manejo de ovinos para evitar que pasten en las áreas de mayor protección
Establecimiento de programa de silvicultura en zonas de suelos degradados con especies silvícolas enraizadas en el vivero, con el fin de construir un posible modelo de mejoramiento de suelos para la zona.
Implementación de acciones de la estrategia de apropiación social del proyecto Cuido mis ovejas protejo el Cóndor, a través de la celebración del Festival del Cóndor Andino, Cerrito, Santander, 6 y 7 de agosto de 2019.
Se contó con programación académica, cultural y deportiva, así como desfile de carrozas y de tejidos
Enero de 2020
Delimitar nacimientos, humedales o corredores hídricos de importancia estratégica para la conservación del ecosistema de páramos:
Los sistemas de ganadería extensiva tienen impacto en zonas estratégicas para la conservación del recurso hídrico. Una de las estrategias implementadas es la delimitación de áreas de interés estratégico mediante cercas perimetrales utilizando malla ovejera que eviten el pisoteo, permitiendo el desarrollo de vegetación y su conservación. Con el desarrollo de este fortalecimiento se delimitaron 2 hectáreas en cada una de las 11 unidades productivas vinculadas al proceso, con el objetivo de conservar nacimientos de agua, humedales, lagunas y áreas que revistan alto interés para la conservación de la zona.
Una vez realizado el encerramiento se identificó la necesidad de iniciar procesos de restauración de las áreas intervenidas, por medio de la siembra de especies nativas, asegurando asi la conservación de la cantidad y calidad del recurso hídrico que en este ecosistema se produce. Con el apoyo de estudiantes de la carrera de Ingeniería Forestal de la UIS y de funcionarios del Parque Jaime Duque se logró acceder a material vegetal de especies propias de páramo.
Por medio de jornadas de trabajo comunitario, las familias vinculadas al proceso desarrollaron actividades de siembra de especies nativas en los nacimientos y humedales enfocados a generar un adecuado balance entre la rentabilidad productiva y el compromiso con la conservación.
El trabajo en equipo, la vinculación del núcleo familiar en procesos de producción y conservación dinamiza el lograr conseguir resultados.
Durante el proceso resaltamos la importancia de la mujer, gracias a su persistencia y compromiso.
Uno de los objetivos del proceso, fue asegurar un adecuado relevo generacional; vinculando a los niños y jóvenes en procesos de capacitación, restauración y conservación permitirá a futuro la continuidad y por ende el éxito del proyecto.
Las actividades de delimitación de nacimientos, lagunas, humedales y corredores hídricos en cada unidad productiva han evitado el ingreso de grandes y pequeños animales domésticos, reduciendo la alteración de la flora, fauna y finalmente permitiendo la conservación de la calidad de sus aguas.