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¿Cómo generar soluciones novedosas para el manejo sostenible en la Reserva de Biosfera Seaflower a partir de la ciencia y la tecnología?
¿Qué queremos hacer?
¡Proteger un territorio que es considerado sagrado de los efectos contaminantes consecuentes de un mal manejo de los residuos sólidos generados!
Debido a la ubicación geográfica y a la condición de insularidad, el agua dulce es un recurso altamente preciado por la comunidad Raizal de las islas de Providencia y Santa Catalina. Por ello, muchas de sus costumbres responden al ahorro, cuidado y conservación del mismo. Las casas de madera con canaletas en el tejado y las cisternas de concreto, hacían parte del paisaje tradicional de las islas y del método común de cosecha de agua para el uso doméstico. Debido al elevado costo de vida en las islas y las constantes alzas en los precios de los materiales de construcción, paulatinamente, se vuelve imposible construir cisternas en concreto para las familias isleñas. Como alternativa, los tanques de plástico de 1.000 y hasta 6.000 litros han llegado para cambiar el paisaje cultural de las islas. Por su parte, las actividades agrícolas dependen en un 100% de la temporada de lluvias que iniciaban sin falta a mediados de mayo.
No obstante, la temporada de lluvias se ha vuelto poco predecible por efectos del cambio climático para los agricultores, generando una incertidumbre que afecta gravemente el calendario agrícola y la siembra anual de los productos de ciclo corto como el maíz, la sandía, el melón, el pepino, el tomate y el pimentón. Aunque en el mes de octubre y noviembre se cuenta con lluvias, estas son torrenciales y afectan los cultivos por los vientos que las acompañan y las inundaciones que estas provocan. Producir sus propios alimentos es una tradición resguardada por la comunidad. Sin embargo, con el pasar de los años, la agricultura se ha vuelto una actividad riesgosa por la falta del agua y los efectos del cambio climático.
¿Por qué lo queremos hacer?
La escasez del agua ha incidido en la baja productividad del sector agrícola, generando la pérdida de esta actividad económica esencial para la seguridad y soberanía alimentaria del pueblo Raizal. La escasez del agua también afecta la calidad de los suelos y genera la ampliación de la frontera agrícola. De igual manera, la baja productividad del sector agrícola, causada por la falta de agua, no es suficiente para garantizar cantidades suficientes de alimentos nutritivos para la población insular. Después del devastador paso del huracán Iota, el 15-16 de noviembre de 2020, el panorama es aún más desolador. Por lo anterior, la comunidad requiere fortalecer, repensar, diseñar e implementar formas innovadoras de cosecha de agua que garanticen la producción de alimentos.
Ubicación del reto
Providencia y Santa Catalina, San Andrés, Providencia y Santa Catalina.