Miércoles, 3 de noviembre de 2021
Por: Faizuly Lugo Morales
Bajo esta premisa se desarrolló la segunda sesión virtual en el marco del III Encuentro Nacional de Centros de Ciencia, con la apuesta a repensar el papel de los centros de ciencia desde el lugar que ocupan en el territorio, y a reimaginarlos desde una perspectiva de construcción colectiva.
El espacio que inició con el momento de provocación a cargo de Igino Mercuri del Colectivo El Taller, y su intervención denominada Territorio Incómodo, con la que propone repensar el papel de los centros de ciencia en los territorios desde tres perspectivas.
Primero, es necesario abrir escenarios en los que la sociedad pueda dialogar sobre asuntos no resueltos en los escenarios habituales. Para Mercuri, “Los centros de ciencia deberían abrirse al diálogo con la sociedad (…) para construir una propuesta en colectivo, un territorio que represente lo mejor de lo que sucede en esa sociedad donde está instalado ese centro.”
Segundo, los Centros de Ciencia deben empezar a construir audiencias desde una mirada de lo no definido. “(…) es necesario que empecemos a pensar en nuestros públicos como audiencias intersticiales, habrá públicos que jamás nos visitaran, ciudadanos que jamás nos visitarán, pero no por eso no son audiencias con las cuales nos interese construir diálogos en territorio.”, precisó Mercuri.
Y el tercer elemento, tiene que ver con cuán influyentes están siendo los saberes que se fertilizan en los centros de ciencia en la construcción colectiva del territorio. Según Mercuri, “cada vez deberían preguntarse más sobre lo que están posibilitando en términos reales en la sociedad, cuán performativos somos como plataformas, cuánto de lo que guardamos, decimos y compartimos se convierte en posibilidades para la sociedad que nos acoge.”
Lo planteado por Igino sirvió de abrebocas para la sesión de trabajo por nodos en los que la reflexión giró en torno a tres preguntas: ¿qué necesita nuestro territorio?, ¿qué necesitamos como Centros de Ciencia? y ¿qué le ofrecemos al territorio?
En plenaria fueron compartidas las siguientes conclusiones:
Desde lo que el territorio necesita, María Leonor Caicedo, del Museo Departamental Federico Carlos Lehmann e integrante del Nodo Pacífico señaló: “Nosotros hablamos de espacios de encuentro con la comunidad, pero necesitamos que esa comunidad esté más activa y dispuesta a generar procesos transformadores que les permita precisamente a ellos llegar, aceptar y recibir ese conocimiento que ofrecen los centros de ciencia”.
Por su parte, para María Paula Bustos, del Museo Paleontológico de Villa de Leyva, como Nodo Centro Oriente, indicó que, como centros de ciencia se necesitan “espacios de articulación con la sociedad para tener procesos de retroalimentación, procesos sostenibles y continuos”.
Finalmente, desde el Nodo Eje Cafetero en cabeza de Javier Cuayal del Jardín Botánico de la Universidad Tecnológica de Pereira, se concluyó que entre las posibilidades que los centros de ciencia ofrecen al territorio, se encuentra “la experimentación. Un lugar que nos acoge para brindar experiencias específicas y disciplinares, escenarios físicos y virtuales para intercambio de conocimiento; ofrecemos alianzas, herramientas, promovemos la apropiación social del conocimiento, somos una ventana para el público.”
Al cierre de la sesión, Valeria Riaño, reconoció la disposición de todos para asistir y participar en la sesión, así como en la realización de las actividades previas.
Haz clic sobre el siguiente video para visualizar la intervención completa: