Desde Cumbal, en Nariño, llega esta inspiradora historia: un proyecto que cambió la vida de una comunidad entera en un ejercicio colectivo arraigado en la experiencia de Apropiación Social del Conocimiento. 

“Moler la piedra para fertilizar la tierra” surgió como solución a la pérdida de fertilidad en los suelos del municipio. Esta problemática fue causada por la expansión del monocultivo y la ganadería extensiva, que dificultaban y encarecían las tareas agrícolas y ponían en riesgo la soberanía y seguridad alimentaria de la que disponía la comunidad. Ante este reto, las y los habitantes de Cumbal se propusieron reducir el uso de químicos en actividades agrícolas, pecuarias y mineras a través de la sustitución de fertilizantes sintéticos por fertilizantes de origen natural, como el polvo de roca. Este, combinado con agentes orgánicos como el compost, incorporan macro y micronutrientes al suelo para su recuperación y rejuvenecimiento.

Así, a través del reconocimiento de su contexto, la puesta en valor de su territorio, y el diálogo de saberes ancestrales y científicos, la comunidad aprendió, se renovó y generó un importante proceso de continua retroalimentación para su desarrollo. Conoce más de esta historia en el siguiente documental: